Todos sabemos (o nos imaginamos) que a la hora del parto, hay que hacer fuerza. Mucha fuerza. Y entre pujo y pujo, haciendo fuerza para que salga el bebé… pueden salir otras cosas…

¿No lo habías pensado? Pues si: a la hora de pujar y si no has llevado una dieta adecuada, puede que tengas alguna deposición de materia fecal. Incluso, esa dieta no es garantía, así que si vas a dar a luz por vía vaginal (o incluso durante el trabajo de parto), si hay algo allí, seguro que va a salir.

Generalmente, la Madre Naturaleza trata de ayudarte durante el trabajo de parto y cuando empiecen las contracciones sentirás la necesidad de evacuar.

Y si ese no es tu caso, es probable que tu doctor quiera aplicarte un supositorio o enema para facilitar la evacuación. Lo cual es recomendable para -finalmente- evitar una infección al momento del nacimiento de tu bebé.

Y si finalmente tienes una deposición antes del nacimiento o inmediatamente después de la salida de tu bebé, calma. No es algo que tu doctor o los auxiliares no hayan visto antes. Todo eso lo tienen previsto, con líquidos para higienizarte y desinfectar el área inmediatamente.