Éste es Poroto. Su apodo se debe a que en nuestra primera cita (a las 5 semanas), sólo se mostró como un poroto («frijol») pequeño pero que se hacía sentir fuertemente (con mi cara de no-sé-qué, náuseas y mareos durante los primeros meses).

Durante estos 2 años, 2 meses y 5 días que nos hemos mirado a los ojos, siento que ha comenzado una verdadera aventura en todo sentido, y que me ha puesto a prueba muchas capacidades, además de aflorar otras totalmente desconocidas. Es muy cierto, nadie nos ha enseñado a ser mamás (aunque una  a veces quisiera venir con un manual by default),y creo que he cometido más desaciertos que aciertos en este camino, pero sí estoy convencida de algo: este Poroto me ha demostrado que puedo ser mejor persona, mujer y mamá, y que cada día que paso con él me esfuerzo para que sea, no el mejor, sino el niño más feliz del mundo… Y sé que lo es 🙂

Bienvenid@s tod@s y gracias a MyB por esta gran oportunidad de contar mis aventuras porotescas.