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Parir en el agua es quizás el nacimiento más natural que se le pueda brindar a un bebé. Salir de un medio acuático como lo es la panza de mamá y encontrarse con un lugar similar mientras se acostumbra a la luz debe ser menos traumático.

El parto en el agua te ayuda a crear una atmósfera especial y no sólo se puede hacer en casa, hay maternidades y hospitales preparados para ello. Y aunque finalmente termines en una mesa de parto, el sumergirte en una bañera con agua caliente puede ayudarte a calmar los dolores de parto. El agua relaja los músculos y aumenta la producción de endorfinas, que son analgésicos naturales, y de oxitocina, la responsable de desencadenar las contracciones uterinas durante el parto.

El parto en el agua se suma a la tendencia actual de las mujeres por recuperar como propio el momento sagrado del nacimiento. Así es que también se habla del parto vertical, en casa, en cuclillas, etc. Muchas madres que deciden parir en sus casas, tienen bañera propia o una inflable para experimentar esta posibilidad. El nacimiento se puede producir dentro de la bañera o fuera de ella, según lo decida la mamá.

En el agua te sentirás mucho más cómoda, porque el agua aligera el peso de tu vientre y la presión en los órganos internos. Te sentirás algo más «ágil» y la cadera tendrá la oportunidad de lograr una mejor apertura, haciendo que el momento del parto sea más rápido.

Algunos médicos afirman que el parto no es seguro, porque puede hacer la episiotomía. Pero estando en el agua caliente, el perineo de la mamá estará más relajado que en una mesa de parto tradicional. Mencionan también la posibilidad de infecciones, las cuales son mucho menos altas que una mesa de parto tradicional. Estar sumergida en el agua, evita que te realicen la maniobra de Kristeller, que es dolorosa y peligrosa (y prohibida en muchos países europeos), pero sigue siendo practicada indiscriminadamente.

No hay peligro para los bebés

No hay peligro de que los bebés que nacen en el agua traguen o respiren en el agua. Hasta alrededor de los cuatro meses, los bebés tienen un reflejo de inmersión que garantiza que no respiren en el agua. En un parto en el agua, el bebé respirará por primera vez cuando salga del agua.

A tener en cuenta

No se puede dar a luz en el agua si se tiene conocimiento de enfermedades tanto en la madre o el niño, tales como hipertensión, sufrimiento fetal y el subdesarrollo fetal, entre otras. Tampoco es recomendable si tu embarazo es de menos de 37 semanas o mayor a 42 o si es un embarazo múltiple.

Si deseas dar a luz en el agua, deberás de la anestesia epidural: una cosa excluye a la otra, porque el catéter para administrar el analgésico no se pueden sumergir en el agua.

Si tu hospital te ofrece este servicio, ten en cuenta que llegado tu momento, las bañeras pueden estar ocupadas por otras mamás. Infórmate sobre la posibilidad de que esto suceda.

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One Reply to “Parir en el agua”

  1. Nydia Meave dice:

    Para mi fue una experiencia maravillosa, fue la de mi primer hijo, pero desgraciadamente tengo un problema en el sistema circulatorio en el que tardo más de lo normal es regenerar la sangre que pierdo, asi que por este motivo ya mis siguientes bebés no se pudieron ni pueden nacer en agua por que me descompenso terriblemente.

    Pero si estas sana, es altamente recomendable. A mi me encanto!.

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