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destacado parto casa lis

Esta semana es la semana mundial por el Parto Respetado. Y pronto se cumplirá un año del nacimiento de mi segundo hijo, Gabriel. Su nacimiento era muy importante para mí. Su forma de nacer era muy importante. Su hermana mayor (de casi 4 años) nació por una cesárea innecesaria. Sólo porque era viernes y el médico no quería esperarla para nacer durante el fin de semana. Supongo esto ahora, pero en realidad, nunca estaré segura de las razones. De todas formas, me dieron muchos otros justificativos que no coincidían con la realidad.

La cuestión es que el puerperio de Paloma fue sumamente difícil. Sabía que me habían robado el parto y no podía perdonármelo. Lloré 3 meses seguidos, y tuve muchísimos problemas con la lactancia.

Por eso cuando Gabriel llegó a nuestras vidas sabía que no podía permitir que me sucediera lo mismo. Y sabía que lo que mi alma necesitaba era el máximo de los respetos, el máximo de los cuidados, el máximo de amor posible.

Por eso su papá y yo, después de mucho pensarlo y de atravesar un profundo proceso interno decidimos buscar un parto respetado, en el calor/amor de nuestro hogar.

Fue muy difícil vencer las propias barreras, pensar que una no puede parir, sobre todo después de una cesárea. Pensar que no somos capaces. O que algo terrible puede pasar por tomar esta decisión. Escuchar los peores augurios, o improperios. Que una está loca, que para qué, que no tiene sentido, que si nace sanito no importa el como…

Y sin embargo importa tanto…

Así fue que después de mucho buscar encontré un equipo que me acompañara en este parto, en este Nacimiento, en este Renacimiento.

Y venciendo medios y barreras propias y ajenas, una mañana empecé con contracciones irregulares. Al medio día ya había perdido el tapón, y a las 19hs ya estaba con dilatación casi completa. Todo en MI cama. En MI bañera. Me moví, caminé, estuve en la pileta, en la bañera, en la pelota, en cuclillas. Tomé y comí todo lo que quise y ningún suero me impedía moverme.

Casi 24hs despues de la primera contracción, Gabriel salió al mundo, después de mucho dolor, de una sola vez, tan suave que casi no me doy cuenta. Lo tomé en brazos y me lo puse al pecho. Y ahí está hasta ahora, prendido a la teta.
Estuvimos 3 días piel a piel, sin separarnos ni un minuto.

Nadie me apuró, nadie me presionó. Nadie me pinchó ni se rió de mí porque tenía miedo. Nadie nos separó.

Pude darle lo que se merecía: el mejor modo de venir al mundo, y empezar su vida de la mejor manera posible. Me hubiera gustado dárselo a mi hija también. Pero aunque me duela, gracias a su forma de nacer, es que estoy donde estoy y aprendí lo que aprendí, y hoy puedo ser mejor madre para ambos…

No dejemos que nos roben nuestros partos.Todas las mujeres podemos parir

parto en casa de Lis

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7 Replies to “Semana Mundial por el Parto Respetado: Nacer en Casa”

  1. Felicidades por ese hermoso parto, por tener a tu hijo y no rendirse. Felicidades por la gran madre que eres.

  2. Te admiro profundamente. Sé de tu lucha por darle este nacimiento a tu pequeño. Te felicito!!

  3. Liliankyar dice:

    Awwww para mi es padrisimo leerte ya que mi bbsho tan bien fue cesarea por causa de la preclamsia y el saber que despues de esto si se puede me da alegria en mi corazón a lo mejor yo ya no tendre otro bb pero al menos el que exista una posibilidad es lindo!!!

  4. lis dice:

    Muchas gracias chicas!! claro que si, se puede!!

  5. yesi dice:

    felicidades! el empoderamiento y la imformación son las únicas armas que poseemos las mujeres para emfrentar este mundo donde el envarazo es tratado como una emfermedad y el parto es terriblemente intervenido y medicalizado! luchemos por parir con respeto y livertad!

  6. Claro que se puede tener un parto en casa mi madre que en paz descanse tuvo 10 partos en casa .todos Ramos sido sanos .

  7. Masaya dice:

    Precioso texto. Bravo por tu valentía. Me.gusto mucho tu reflexion sobre cómo el nacimiento de tu primera hija te llevo al lugar desde donde describes. Cada nacimiento nos transforma. Me hiciste pensar en lo mucho que he aprendido con el nacimiento de cada una de mis dos hijas.

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