Como en muchos otros temas, también los mitos rodean la infertilidad. Aquí, te presentamos los 6 más comunes.

Mito n°1 : La infertilidad es un problema de la mujer

Definitivamente, no: aproximadamente el 40% de las veces, el hombre presenta algún tipo de factor que impide a la pareja concebir.

Mito n°2: Si tengo ciclos regulares, debo ser fértil

Aunque seas un «relojito», ovulando regularmente, con períodos regulares y con la cantidad de estrógeno adecuado y la secreción de progesterona de parte del ovario, los óvulos que los ovarios producen -con el paso del tiempo- tienen una menor capacidad para establecer un embarazo.
Debido a que esta disminución de chances puede variar de mujer a mujer, es importante hacer una consulta con un especialista en fertilidad después de los 30 años. Está consulta tiene pro objetivo informar a la pareja sobre su potencial reproductivo y/o darle la suficiente información sobre los pasos a seguir, de encontrarse algún problema.

Mito n°3: No importa mi edad, si estoy sana no debo tener inconvenientes

2 tercios de las mujeres mayores de 40 años que intenten quedar embarazadas, no lo lograran de manera espontánea. Estas mujeres deberán recurrir a la opción de fecundación in vitro (FIV). No demorar en el planeamiento familiar ayuda a resolver el tema rápidamente.

Mito n°4: Todas se embarazan sin mayor problema

Solo en Estados Unidos, más de 5 millones de personas en edad de procrear experimentan infertilidad. Pero existen una variedad de terapias disponibles para superar la infertilidad. Muchos pacientes tienen éxito con las opciones de tratamiento mínimamente invasivas.

Mito n°5: Los tratamientos para la infertilidad resultan en embarazos múltiples

Los avances recientes permitieron reducir al mínimo el riesgo de embarazos múltiples.

Mito n°6: Ya fui mamá una vez, no tendré problemas para concebir

Haber concebido una vez no te exenta de la infertilidad secundaria, que es la incapacidad para concebir después d eun año de haber empezado la búsqueda. Las causas de la infertilidad secundaria pueden variar, pero la edad es un factor fundamental para padecerla.