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La idea puede resultar chocante y no gustarle a todo el mundo, pero muchas mujeres juran que el comer la placenta evita la depresión postparto, aumenta la producción de leche y ayuda a elevar la energía natural.

Las fans de placentofagia (la práctica de comer placenta) te dirán que cualquier otro mamífero (excepto los camellos) comen su propia placenta. Así que el ser humano también puede.

Quizás, lo que resulte chocante y genere rechazo es pensar que la placenta se consume apenas sale del cuerpo de la parturienta, cosa totalmente ajena a la realidad.

Si estás decidida a vivir esta experiencia, es bueno que conozcas el procedimiento.

Para empezar, el hospital debe saber que reclamarás tu placenta, así no se desharán de ella después del parto. Háblalo también con tu obstetra y recuérdalo en el momento en que te estés registrando.

También puedes contratar un especialista, que se encargará de llevarla a tu casa y prepararla para que puedas ingerirla. Muchas doulas saben hacer esto último.

3 formas de consumir tu placenta

Píldoras de placenta

La encapsulación es la nueva tendencia y muchas famosas han confesado que han consumido su placenta de ese modo. Para esto, tu placenta se cocina, se deshidrata y se muele hasta reducirla a polvo. Luego, se la introduce en una cápsula hecha a base de vegetales y listo, placenta lista para consumir.

Cocina tu misma tu placenta

Si no quieres que nadie se involucre con tu placenta, puedes cocinarla tu misma.

Primero tendrás que limpiarla muy bien, drenando toda la sangre y enjuagándola hasta que tome una tonalidad rosa. Entonces podrás cortar el cordón umbilical y las membranas. La desventaja de comer placenta cocida es que, como cualquier otro producto de carne, con el tiempo se echa a perder, así que tendrás que comerla dentro de los primeros días de haber dado a luz.

Una vez que la placenta esté bien limpia, no es diferente a cualquier carne, puedes comerla asada, salteada o al vapor, añadir hierbas o ajo al gusto. Se supone que debe ser una porción grande la que debes comer para obtener los beneficios después del parto. Se recomienda que se corte la placenta en trozos muy pequeños y tragarlos enteras, en vez de masticar.

Licuado de placenta

Una forma un poco más sabrosa de comer placenta cruda es hacerla en licuado. Muchas mujeres la mezclan con un pedazo de frutas variadas y jugo. Se puede usar cualquier receta de licuado que te guste.

En la variedad…

… Está la diversión y esto aplica para consumir tu placenta: en forma de paté, saltearla con especias y acompañar tus platos favoritos.

La ventaja? Nadie te robará comida de tu plato.

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One Reply to “3 formas de consumir tu placenta”

  1. Me encata esta pagina porque es interesante saber cosas nuevas de nuestro bebe

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