La revista Environmental Health Perspectives publicó los últimos hallazgos en la materia: la exposición a sustancias químicas en los primeros años de vida puede alterar la forma en los tejidos mamarios y aumenta el riesgo de cáncer de mama y los problemas de la lactancia en el futuro. Los científicos están pidiendo a las autoridades federales que se hagan nuevas pruebas sobre los productos químicos industriales y así, identificar los que podrían interrumpir el desarrollo del pecho.

«Dada la magnitud de los posibles impactos en la salud pública, en la lactancia materna y en el cáncer de mama, es fundamental para fortalecer los métodos de prueba. Las buenas decisiones acerca de los límites de contaminación, las aprobaciones de los plaguicidas y productos químicos en productos de consumo y de alimentos se basan en una comprensión completa y precisa de los riesgos asociados con tal exposición» explica Julia Brody, PhD y directora del Instituto Silent Spring.

Los científicos indican que ya hay suficiente investigación para demostrar que ocho productos químicos cotidianos pueden afectar el desarrollo del pecho:

– El bisfenol A (BPA)
– La atrazina (pesticida)
– Polibromodifenil éteres (PBDE) (retardantes de llama)
– Ftalato de dibutilo, que se encuentra en el esmalte de uñas y pinturas
– Dioxina de los plástico (PVC)
– Metoxicloro, un pesticida prohibido actualmente
– Nonilfenol, usados ​​en los pesticidas y detergentes
– Ácido perfluorooctanoico (PFOA), que se encuentra en antiadherentes, y es resistente al agua.

Estos productos químicos problemáticos, se encuentran en los productos que utilizamos a diario, como vasos entrenadores y sartenes antiadherentes, puede afectar la capacidad de la mujer para amamantar, de acuerdo con esta reciente investigación.

Pruebas recientes en animales muestran que cuando los ratones están expuestos a ciertas sustancias químicas hormonalmente activas en el útero o al nacer, sus glándulas mamarias no crecen normalmente. Estos cambios pueden retrasar o acelerar el desarrollo de los senos, poner en peligro la lactancia materna o causar tumores cancerosos en el futuro. Se incluyen los estrógenos utilizados como productos farmacéuticos, los fitoestrógenos en las plantas que se consumen como alimentos y los compuestos sintéticos como los retardantes de llama, el bisfenol A, y los pesticidas.